Mis amigas y amigos:
Hoy, cuando por decisión del COL 2010 del cual yo hice parte aunque no estuve de acuerdo con muchas de las resoluciones adoptadas, Rotary se ve precisado a redelimitar Distritos para cumplir con los nuevos lineamientos aprobados, se ha vuelto “de moda” el tema que solo abordamos,-lastimosamente- cada que Rotary toma la decisión de cumplir las normas que le asignan. Ahí sí, todos opinamos y algunos “se rasgan las vestiduras” y le asignamos toda la responsabilidad a Rotary, como queriendo deslindarnos de la nuestra.
Por ese motivo, aunque ya he dedicado algunas Instrucciones al tema, quisiera abordarlo de nuevo para analizar las causas y efectos, que son única y exclusivamente nuestra responsabilidad, que no podemos ni debemos eludir, por cuanto no hay justificación alguna para hacerlo:
DESARROLLO DEL CUADRO SOCIAL...¿EN CUIDADOS INTENSIVOS?
Rotary y el mundo que nos rodea se encuentran en constante cambio. En el transcurso de los últimos 107 años, Rotary ha madurado como institución y debió adaptarse a su entorno y adoptar una actitud muy distinta a la que tenía en los primeros años de su creación. Ni Rotary ni el mundo siguen como eran en 1905, 1962 o incluso 2012. En este clima de cambios, la interrogante es: ¿Ha alcanzado Rotary su máximo potencial? ¿Corre el riesgo de perecer?
La disminución del cuadro social en nuestros clubes rotarios y, en particular, la reducción de las tasas de conservación de socios, son problemas que, como organización, debemos atender a nivel local e Internacional. Tales tendencias son causa de preocupación para muchos rotarios, tal como lo reflejan los comentarios que leemos en revistas, boletines y blogs. Veamos algunas de las causas que reflejan nuestras inquietudes sobre el cuadro social.
Admitimos nuevos socios al club —personas responsables que podrían ser muy dinámicas— y pensamos que con eso aumentamos nuestras filas. No obstante, a menos que los motivemos, los invitemos a participar en programas que valgan la pena, muchos de ellos eventualmente dejarán el club.
El nivel de edad de los rotarios va en aumento. Rotary anualmente pierde un 10% de sus socios. A fin de compensar dichas pérdidas y fortalecer a nuestros clubes, debemos admitir miles de rotarios jóvenes de alto calibre y bien calificados para contar con un grupo etéreo mejor equilibrado.
Son numerosas las personas que se afiliaron a Rotary en el pasado, sin tener una comprensión cabal de la organización. Como resultado, muchos clubes rotarios se han visto afectados con el ingreso de nuevos socios que no están suficientemente informados sobre Rotary.
Me imagino que están de acuerdo en que estas causas que reflejan nuestras inquietudes sobre el cuadro social captan la esencia de los desafíos que Rotary enfrenta hoy, por lo tanto los exhorto a que produzcamos los efectos para contrarrestar estas causas que debemos abordar con la urgencia que amerita la situación.
Ya hemos escuchado los datos estadísticos. Las cifras de nuestro cuadro social a nivel mundial permanecen estancadas. En las regiones donde hemos visto un crecimiento, esto ha sido resultado principalmente de la creación de nuevos clubes. Hablamos de la rotación de socios, sin embargo, no tomamos en serio los efectos que ésta tiene en nuestra organización. Al 30 de junio de 2003, contábamos aproximadamente con 1.200.000 socios y 31.551 clubes. Al 30 de junio de 2010, registramos 1.200.000 rotarios y 34.103 clubes. A pesar que desde el año 2003, hemos instituido 2.552 clubes rotarios, el aumento general en el cuadro social se traduce solo a 226 socios. ¿Sorprendente? Más perturbador aún es el hecho que en el curso de estos nueve años admitimos a nuestras filas a más de 1.100.000 socios.
Para usar una analogía, “pareciera que nuestros clubes se han convertido en cubetas viejas y oxidadas, ya que los llenamos de socios solo para que se escurran por los agujeros” Mientras tanto, la rotación diluye el valor de ser rotarios, daña nuestra imagen pública y limita la eficacia de nuestros clubes.
Seguimos con atención las áreas de captación y conservación de socios por años pero no logramos revertir las tendencias. Enseñamos a nuestros presidentes de club técnicas para la captación de socios, los desafiamos con competencias y concursos, sin tener aún resultados a largo plazo. ¿Dónde está la innovación se preguntarán? ¿Cuál es la relación con nuestro plan estratégico? En este mundo de cambios agigantados, ¿ha dejado de ser pertinente el modelo que seguimos desde hace más de un siglo?
Quizás no nos damos cuenta de que el descenso en las tasas de conservación de socios no es la causa del problema sino más bien el síntoma de algo más. Qué tal si dejamos de ver a Rotary meramente como una organización de servicio sin fines de lucro y la vemos más bien como una empresa, siendo los socios nuestros clientes. Los socios se unen a nuestros clubes por los beneficios que reciben a cambio de su tiempo y contribuciones financieras.
En el mundo comercial, los clientes no satisfechos se van y hacen negocios en otra parte.
Creo que podemos afirmar sin equivocarnos que nuestro problema es la crisis de identidad que afecta a los clubes. Hagan la prueba y pregúntenle a cualquier rotario: “¿Qué es Rotary?” y después de la acostumbrada pausa les darán todo un abanico de respuestas. Esta incoherencia aparente constituye una gran paradoja y representa el meollo del problema.
Sin una visión concertada de la identidad de Rotary, pareciera que estuviéramos a la deriva. Si seguimos sin saber con certeza quiénes somos y sin poder transmitir eficazmente ese mensaje a nuestro público objetivo, nunca podremos resolver el problema que aqueja a nuestro cuadro social. Podemos, sin embargo, tomar medidas para solucionarlo concentrándonos en nuestra marca.
No debemos concentrar nuestros esfuerzos en la captación y conservación de socios como objetivo primordial, sino en comprender quiénes somos. Solo cuando seamos capaces de reconocer los servicios y beneficios que identifican al club, podremos entonces abocarnos a la búsqueda de los hombres y mujeres de nuestra comunidad que comparten características similares.
Cambiar el sendero que hemos recorrido por tantas décadas no será, por supuesto, tarea fácil. Debemos empezar con un análisis objetivo y detallado de todos los componentes de la organización, manteniendo lo que funciona y desechando lo que no funciona. Quizás implique eliminar tradiciones arcaicas o resucitar un buen proyecto del pasado. Los rotarios siempre se han destacado por ser muy ingeniosos, y hoy debemos lanzar un desafío a cada club para que sean realistas.
Mis amigas y amigos, Rotary continuará existiendo, pero ustedes pueden ser la fuerza que invierta esta tendencia y haga que Rotary sea más pertinente que nunca antes. Somos la organización de preferencia de los líderes empresariales, profesionales y cívicos en todo el mundo. Juntos logremos que Rotary sea la mejor opción.
Nos veremos la semana entrante en nuestra instrucción N°51. Feliz semana.
Un abrazo,
JORGE E. BAYTER
Gobernador 2006-2007
Distrito 4270 Colombia
Instructor Distrital (e)
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