Algunos especialistas en inmunología afirman que los adultos, al igual que los niños, necesitan una serie de vacunas. "Aunque la inmunización no evita que los adultos desarrollen ciertas enfermedades, sí disminuye la severidad de los síntomas y evita muertes", afirma Vivian Brown, infectóloga de la Universidad de McMaster (Canadá) que pone especial énfasis en recomendar que los médicos les digan a sus pacientes que se vacunen.
Entre las vacunas que se recetan a los adultos por ejemplo, figuran la doble bacteriana, que protege contra la difteria y el tétanos; la vacuna antigripal que se administra anualmente; la inmunización contra la hepatitis A y B; la vacuna que previene la infección por las distintas cepas del virus de la meningitis; la inmunización contra la varicela; y la triple viral, que provee protección contra la paperas, la rubeola y el sarampión.
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