domingo, 31 de julio de 2011

La comunicación en Rotary

LA  COMUNICACIÓN  EN ROTARY cuenta con una sólida plataforma destinada a difundir y promover el conocimiento de la organización a un importante número de personas en todo el mundo. Las revistas, junto a las innumerables publicaciones internas y externas [folletos, material audiovisual, libros y publicaciónes periódicas], los medios audiovisuales [radio, televisión e internet], charlas y seminarios para rotarios e invitados, fungen todos como verdaderos enlaces entre la organización, los rotarios y el público en general.
  Hoy, más que nunca, la comunicación resulta imprescindible para lograr mantener unida la organización dentro del ámbito rotario como fuera de él, un trabajo conjunto de divulgación al que se dedican las Revistas Rotarias a fin de dar a conocer Rotary, informar sobre sus objetivos y programas, atraer nuevos socios y contribuir a unificar el mensaje entre la comunidad internacional de rotarios y otras personas interesadas.
  The Rotarian, en inglés, encabeza las Revistas Ofi ciales de RI, una publicación mensual de circulación mundial la cual sirve como valioso medio de comunicación sobre temas de naturaleza rota-ria así como artículos de interés general.
Primera revista que se editó en el mundo rotario, publicada en Chicago en enero de 1911 bajo la dirección del secretario Chesley R. Perry, quien escribió en forma de periódico un comunicado titulado Rotarismo Internacional. La red de comunicaciones rotarias se ha ampliado en consonancia con el crecimiento de Ro-tary, alcanzando 31 revistas regionales que integran hoy la familia de la Revistaa nivel mundial, órganos editados en un total de 25 idiomas diferentes, llegando a una audiencia de más de un millón de rotarios, sus familias y otros lectores, en más de 130 países.
  Aun cuando pareciera que las revistas impresas vienen perdiendo la trascendencia de otrora no ocurre así, es sólo que ha llegado el momento de volver a darles la prioridad y la importancia que merecen, enfocándolas como publicaciones bien orientadas y diseñadas, con anuncios publicitarios de buen gusto y una atracción gráfica que le confiera honores, cumpliendo su misión de importantes vehículos formadores que den a conocer los proyectos de los clubes y los asuntos de RI en cada uno de los distritos a los que sirve y manteniendo el carácter estético de un envidiable medio de comunicación que, por qué no, satisfaga la pasión del coleccionista de impresos, capaz de continuar enamorándose con plena justificación de una linda edición, de unas páginas bien escritas, de un tomo de publicaciones de hace diez, veinte, cien, o más años.
  Esta reflexión es oportuna por quienes piensan, y quizá no les falta razón, que las revistas [tanto las rotarias como no rotarias] y los medios impresos en general, han perdido un poco su antigua función de informar en el sentido de la inmediatez y la competitividad de hoy día. Es evidente que no pueden competir con los medios electrónicos en cuanto a rapidez y difusión inmediata, pero no es menos cierto y obvio que las revistas al tiempo que mantienen su función de informar, cumplen también el papel de formar, de dejar esa imagen indeleble y un testimonio vívido.
  Seguro que habrá siempre quien siga experimentado el encanto de la inmortal palabra impresa y su perdurable universo de ricas imágenes. Mientras tanto, ciertamente, no se conoce todavía al primero que coleccione mensajes de e-mail, como cierto es también que tampoco se sabe todavía del primer hombre
o mujer cultos que no experimenten el encanto de la palabra impresa, que prácticamente es eterna.

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